Así se llamaban los loritos que tuve cuando era pequeña. El nombre se lo puso mi madre, caraqueña, y no podía ser más tropical. Se volvían locos cantando sin parar cuando mi padre trajo de Puerto Rico el disco de Juan Luis Guerra y 4:40. Su canción favorita Ójala que llueva café, que poníamos los domingos.
Me recuerdan a mi infancia.
Quiero ser "maruja", y pasarme el día cosiendo, haciendo punto, ganchillo, manualidades, cocinitas y otras "marujadas", pero sólo las hago de vez en cuando, cuando puedo, cuando tengo tiempo; casi todas para mi hija Greta, de cuatro años, que también quiere coser y hacer punto cuando me ve.

Parchita y cotoperí

miércoles, 13 de octubre de 2010

Botes de lápices





A Greta le encanta pintar y hacer manualidades y tenía organizado un verdadero desastre de rotuladores, lápices, ceras, tijeras, pegamento y demás... que había que ordenar en la mesa de su cuarto.
Unas cajitas de cartón de un juego de bebés que ya no utilizaba y unas latas de despensa vacías y con el borde cortante machacado, han sido el material base para convertirlos en unos botes de lápices forrados de unos papeles que compré en Dinamarca. Recortar a medida, cola de empapelar para que quedara bien pegadito, y ¡listo! ¡todo ordenado!

No hay comentarios:

Publicar un comentario