Así se llamaban los loritos que tuve cuando era pequeña. El nombre se lo puso mi madre, caraqueña, y no podía ser más tropical. Se volvían locos cantando sin parar cuando mi padre trajo de Puerto Rico el disco de Juan Luis Guerra y 4:40. Su canción favorita Ójala que llueva café, que poníamos los domingos.
Me recuerdan a mi infancia.
Quiero ser "maruja", y pasarme el día cosiendo, haciendo punto, ganchillo, manualidades, cocinitas y otras "marujadas", pero sólo las hago de vez en cuando, cuando puedo, cuando tengo tiempo; casi todas para mi hija Greta, de cuatro años, que también quiere coser y hacer punto cuando me ve.

Parchita y cotoperí

jueves, 30 de septiembre de 2010

Un chal para el otoño




Estrené mis super compras danesas de lana haciéndome este chal. Me hace ilusión porque todo lo que hago lo regalo y no recuerdo tener nada tejido "por mí para mí". La lana es como las de NORO japonesas que cambian de color, pero más fina y sobre todo más suave: DROPS DELIGHT, 100% lana. Luego le cosí una cinta de flecos de color malva clarito que hace tiempo había comprado sin saber para qué en Única Shop donde tienen cintas de MOKUBA (japonesas claro).

Un broche para Teresa






Mi amiga Pepa me trajo unas madejas de hilo pulido da cáñamo para tejer a ganchillo que quisimos mezclar con hilo de cobre muy finito y que no encontrábamos por ninguna parte. Fuimos entonces a Única Shop donde por fin tenían el hilo buscado y donde también compré unos alfileres para broches. Ha sido el cumpleaños de Teresa, así es que le he tejido unas flores a ganchillo con distintos materiales, todos mezclados con el hijo de cobre y luego cosidos entre sí y al alfiler. El resultado: un regalito para enviarle por correo a Sevilla.
Materiales empleados:
-hilo de cáñamo pulidos de dos tipo
-lana de alpaca
-hilo de cobre
-aguja de ganchillo
-alfiler plateado para broches

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Un vestido veneciano



Mis padres me trajeron de Venecia unas madejas italianas de algodón "mecerizzato" de unos colores preciosos, con los que me lancé a hacer una camisola-vestidito. Tropical Lane de Millefili: 100% cotone egiziano, de paseo por el Ghetto.
El modelo de Phildar, revista francesa que compré en Inke. La cinta de terciopelo malva clarito es de Megino (Corredera Alta de San Pablo, una mercería imprescindible, mejor que Pontejos).
Creo que va a ser versátil porque también lo puede usar con camisetas debajo para entretiempo y con cosas de cuello vuelto para invierno. "Vale pa tó".

lunes, 27 de septiembre de 2010

Lanas en Dinamarca








Este verano fuimos cuatro días a Dinamarca, y ya es una tradición en nuestros viajes dedicarnos un poco al turismo de las mercerías y las lanas allá donde vamos. Esta vez me lo preparé un poco más gracias a internet y en lugar de vagar por las calles interrogando a los lugareños pude ir a "tiro hecho". La búsqueda internáutica previa fue un verdadero descubrimiento de marcas de lanas y de diseñadores de patrones. Todo un mundo aparte, para soñar... Regresé con una maleta llena de lanas hasta los topes y un sinfín de proyectos en la cabeza para tejer.
También me di cuenta que tejer es algo muy común en Dinamarca y que jóvenes y mayores lo hacen habitualmente, una extrañeza en España. Había tiendas de lanas increíbles por todo el país, hasta en los pueblos más pequeños e insospechados encontré maravillas.
Hay famosos diseñadores de patrones que preparan estupendos kits en los que incluyen la lana necesaria para llevar a cabo la prenda en la talla y color deseado y el patrón de ésta. Las lanas que incluyen en sus kits son verdaderamente espectaculares: 100% lana merina, alpaca... Estos kits son fáciles de encontrar en muchas de las tiendas de lanas de todo el país.
Diseñadores conocidos, sus links (pinchar sobre ellos) y algunos de sus diseños:


Otros enlaces interesantes de tiendas de lanas en Dinamarca:


Me fascinó cómo mezclan los distintos tipos de lanas de la misma tintada al tiempo que tejen en todos sus diseños, haciendo que la textura de la prenda sea realmente especial. Si la lana es muy suave la mezclan con un hilo casi invisible de lo fino que es de una lana mucho más basta haciendo que la prenda coja "cuerpo" y no se deforme.

No es que viajara buscando lanas sino lo contrario, organizábamos nuestra excursión del día a distintos lugares de Dinamarca donde teníamos programadas visitas a museos, paseos y actividades para niños y entonces tecleaba en internet: Odense, Århus, Ribe...









Una actividad de verano



En el baño de Abueli en Punta Umbría siempre hubo un armarito-botiquín pintado de blanco, que estaba bastante cutrecillo. Para adecentarlo, durante muchos años se le fueron añadiendo capas y capas de pintura y cuando reformaron el baño fue de cabeza a la basura. Nadie daba un duro por el armarito, pero a mí me gustaba pensé que podría arreglarlo. Mis tíos lo rescataron por expresa petición y me lo trajeron a Madrid. Ha estado varios años guardado hasta que por fin me decidí a convertir el arreglo del armario en una actividad de verano.
El decapado duró tres semanas (cada día una capa de pintura). Salió pintura blanca brillante, rosa salmón y crema tostada en múltiples capas, hasta que por fin di con la madera. Costó llegar...
Por dentro decidí empapelarlo con unos papeles japoneses que compré en una tienda oriental en Nueva York hace dos años. Y el cutre-armarito de Abueli ya tiene de nuevo personalidad propia, que unida a los, al menos, 50 años de historia en su baño, creo que se ha convertido en un mueble con "pátina" y cariño.


Materiales empleados
-Decapante líquido "Cinco aros"
-Espátulas de distintos tamaños
-Guantes
-Lana de acero
-Cera de lustrar "Lakeone"
-Papel japonés estampado a mano
-Engrudo de celulosa de empapelar
-Y mucho tiempo por delante...