Así se llamaban los loritos que tuve cuando era pequeña. El nombre se lo puso mi madre, caraqueña, y no podía ser más tropical. Se volvían locos cantando sin parar cuando mi padre trajo de Puerto Rico el disco de Juan Luis Guerra y 4:40. Su canción favorita Ójala que llueva café, que poníamos los domingos.
Me recuerdan a mi infancia.
Quiero ser "maruja", y pasarme el día cosiendo, haciendo punto, ganchillo, manualidades, cocinitas y otras "marujadas", pero sólo las hago de vez en cuando, cuando puedo, cuando tengo tiempo; casi todas para mi hija Greta, de cuatro años, que también quiere coser y hacer punto cuando me ve.

Parchita y cotoperí

jueves, 30 de septiembre de 2010

Un chal para el otoño




Estrené mis super compras danesas de lana haciéndome este chal. Me hace ilusión porque todo lo que hago lo regalo y no recuerdo tener nada tejido "por mí para mí". La lana es como las de NORO japonesas que cambian de color, pero más fina y sobre todo más suave: DROPS DELIGHT, 100% lana. Luego le cosí una cinta de flecos de color malva clarito que hace tiempo había comprado sin saber para qué en Única Shop donde tienen cintas de MOKUBA (japonesas claro).

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