Así se llamaban los loritos que tuve cuando era pequeña. El nombre se lo puso mi madre, caraqueña, y no podía ser más tropical. Se volvían locos cantando sin parar cuando mi padre trajo de Puerto Rico el disco de Juan Luis Guerra y 4:40. Su canción favorita Ójala que llueva café, que poníamos los domingos.
Me recuerdan a mi infancia.
Quiero ser "maruja", y pasarme el día cosiendo, haciendo punto, ganchillo, manualidades, cocinitas y otras "marujadas", pero sólo las hago de vez en cuando, cuando puedo, cuando tengo tiempo; casi todas para mi hija Greta, de cuatro años, que también quiere coser y hacer punto cuando me ve.

Parchita y cotoperí

jueves, 28 de octubre de 2010

Abrigo de lana forrado




La revista de Phildar volvió a ser inspiración para hacerle un abrigo a mi hija. La lana de Inke, una muy gordita, de alpaca, suave y casi sin entorchar. También son de Inke los botones, de flores que me parecieron muy graciosos. Quedó bien, un poco grande (menos mal, mejor que pequeño!), pero pensé que no era lo suficientemente abrigado. En Decathlon compré un forro polar por 6 euros y lo recorté por piezas para cosérselo por dentro al abrigo.

1 comentario:

  1. Tu hijita es afortunada en tener una mamita que le teje solo cosas lindas y en bonitos colores!

    ResponderEliminar