Así se llamaban los loritos que tuve cuando era pequeña. El nombre se lo puso mi madre, caraqueña, y no podía ser más tropical. Se volvían locos cantando sin parar cuando mi padre trajo de Puerto Rico el disco de Juan Luis Guerra y 4:40. Su canción favorita Ójala que llueva café, que poníamos los domingos.
Me recuerdan a mi infancia.
Quiero ser "maruja", y pasarme el día cosiendo, haciendo punto, ganchillo, manualidades, cocinitas y otras "marujadas", pero sólo las hago de vez en cuando, cuando puedo, cuando tengo tiempo; casi todas para mi hija Greta, de cuatro años, que también quiere coser y hacer punto cuando me ve.

Parchita y cotoperí

domingo, 1 de abril de 2012

Casitas de pájaros




Gaspar y Greta pintaron sus casitas de pájaros que luego pusimos en lo alto de las ramas del manzano, en el huerto. Los niños estaban orgullosos y emocionados.

Paños de cocina




Paños de cocina de punto de arroz. Algodón (crema), lino (crudo) y bambú con lana (morado y marrón). Amorosos, de tamaño mediano y absorventes. Multiusos.

lunes, 26 de marzo de 2012

Jersey gordo, más bien abrigo





Guna llevaba un jersey precioso tejido por ella misma, azul y verde. Yo quise hacerme uno, y aprendí con ella las "vueltas cortas" que sirven para tejer triángulos y darle al jersey forma de "campana" por abajo y estrecho en la cintura.
Me lancé con unas lanas que compré en Minnesota: Merino Stripes (Crystal Palace Yarns) en Bonnie's. Cuando hice la muestra quedaba demasiado fluffy, así es que decidí incorporarle una lana fina 100% de un solo cabo, de ganadería ecológica que compré en una granja de lanas también en Minnesota: Rocking Horse Farm Yarn. Como la lana de Merino Stripes tiene mucho pelo, esconde la hebra de la marrón que es ruda y bastante tiesa, de modo que la mezcla es la que le da el peso y la consistencia deseada.

Posavasos


Quise hacer unas muestras para tejer en jacquard y practicar y decidí transformarlas en posavasos a los que les cosí una tela en la trasera. Haré más porque he visto que quedan bien. Los uso a diario para mi taza de té, y son igual que el té, calentitos.

Despidiendo el invierno

Poco a poco he conseguido más de una cosa tejida por mí para mí. Son tantos años tejiendo para regalos y para la pequeña de la casa, que tenía ganas de tejer cosas que usar a diario y poder elegir en el armario. Pronto despediremos la lana con la llegada de la primavera.

lunes, 13 de febrero de 2012

Bolsitas olorosas de lavanda



Cuando llegó el otoño recortamos la lavanda seca de la huerta. Desde entonces la tenía en el balcón buscando un rato de fin de semana para ponerme a hacer bolsitas olorosas para los armarios. Ha pasado el otoño y casi el invierno, pero lo he conseguido! El olor impregnaba toda la casa.

Churros con knitting dolls


Los knitting dolls han sido todo un descubrimiento. Churros largos que hacen volar la imaginación: lisos, de rayas de colores, convertidos en bufandas, pulseras, collares, serpientes... Está emocionada.

martes, 7 de febrero de 2012

manoplas letonas para Greta


Lanas de Letonia de Guna, por supuesto.
Diseño de dibujos totalmente inventado y colores poco tradicionales, pero alegres y chillones para una niña. Patrón: clásicas manoplas letonas de las que ya os he hablado otras veces.

botones caseros


Muchas veces he pensado lo difícil que es encontrar botones que me gusten.
Me he lanzado a hacerlos con la famosa pasta FIMO y luego hornearlos. No es que sean una maravilla ni mucho menos, pero para ser el primer intento... creo que hay que perfeccionarlos y probar más formas y colores y también ver qué resultado dan en la lavadora.
Hice tres grandes que quería ponerle a mi cuello nuevo de lana gordita y abrigadita, y ya que estaba, algunos más como experimento.

Cuello gordito para el frío



Nos os podéis imaginar la lista interminable de cosas que tengo que colgar... y llevo muchísimo tiempo sin poner ni una entrada!
Mi última producción ha sido demasiado breve: la acabé "en una película" (cuando me preguntan cúanto he tardado en hacerlo siempre hablo en películas como medida del tiempo porque solo tejo por la noche, viendo series o películas...).
La lana de Malabrigo me la regalaron Marla y Madeline y aunque es uruguaya la adquirieron en Bonnie's, la famosa tienda de Saint Cloud (Minnesota) de lanas que merece una entrada aparte (lo intentaré).
El punto: no sé cómo se llama, pero es como el punto de arroz pero haciendo vueltas iguales de dos en dos.
Los botones son de producción casera.
Y calentito calentito, para estos días de frío.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Te invito a un té

Un pintor que había en mi estudio, el que ahora comparto con una genial pandilla de arquitectos, ponía todos los días su tetera en el hornillo e invitaba a café a todos los currantes del lugar. Eso me han contado, yo no lo conocí, pero desde que no está, la tetera estaba en el olvido guardada en un cajón. La saqué, la limpié, y le tejí un asa agarradera de rayas de colores. Ahora soy yo la que pongo a calentar el agua e invito a todos a té: roibos, té de canela o de jazmín... ¿quíen quiere un té? ¿a que apetece con este otoño lluvioso?  

lunes, 14 de noviembre de 2011

Una casita debajo de la cama








Hace tiempo que queríamos cambiarle la cama a Greta en su cuarto. La que tenía se le estaba quedando pequeña y me hacía ilusión, de paso, hacer algunos cambios en su habitación. Tras dar muchas vueltas (en internet) con marcas de muebles para niños, y casitas/cama camas/casita... me decidí por una litera de media altura de Ikea, muy versátil y pensada para pequeños, y sobre todo mil veces más económica que todas las demás que encontré cuyos precios me parecieron absolutamente desorbitados.
Ocupando el mismo espacio que la cama, tiene debajo una casita para jugar donde hemos metido además todas las cosas de sus muñecos y unas cajoneras para guardar toda la ropa de los disfraces de forma más ordenada.
Aquí algunas de mis inspiraciones internáuticas:

Y luego claro, la "customicé" a mi estilo confeccionando unas cortinas con aplicaciones de tela y dibujos de inspiración escandinava. Utilicé retales de quilting que compré en Minnesota. Tras algunas noches bordando este fue el resultado. En los extremos y laterales coloqué por dentro cable para visillos (de ese que se compra en la ferretería, que tiene una espiral de alambre por dentro y que sirve para enroscarle alcayatas), y luego el técnico de Javier claro colocó las cortinas con grapas sujetacables de las más pequeñas (las de cable de teléfono) y una instalación de luces.

Para la puerta hice una cortina con una tela de algodón de Bangladesh y una tira de madroños a cada lado. A la ventana decidí ponerle un macetero de flores de ganchillo de colores, el marco de cinta de colores y las ventanas de piquillo.
En el suelo una alfombra de Ikea peluda, amorosa y mullidita para hacer de la casita un sitio para no querer salir.






domingo, 13 de noviembre de 2011

La cosa va de chales




Este ha sido mi primer chal de calados. "To lace" es una verdadera experiencia mística que solo puede ir "in crescendo" porque lo que apetece es aprender más y más patrones y hacer cosas cada vez más complicadas, tejer sin mirar el patrón y aprendérselo de memoria... Tanto, que hacer punto bobo resulta incluso aburrido.
El súper libro es Victorian Lace Today con maravillosos patrones, dibujos esquemáticos perfectamente explicados, puntillas para hacer los bordes...
Este naranja lo he tejido con una lana finísima, 100% alpaca de Isager que compré en Dinamarca. Se me terminó cuando todavía no había acabado el chal, así es que el resto me llegó por correo tras llamar a Charlotte Tondering para que me enviara lo que me faltaba.
"Bloquearlo" fue toda una operación. Además era la primera vez que lo hacía y no era fácil porque era muy grande. Una vez terminado de tejer todo el dibujo queda fruncido y hay que estirarlo, para ello lo primero es lavarlo (yo como siempre le incorporé suavizante del pelo o mascarilla), y una vez mojado hay que estirarlo con alfileres o clavitos o alambres (cada uno tiene su truco). Como era tan grande no podía hacerlo en la cama, así es que Javier tuvo que buscarme unos listones de madera (una de ellas de tres metros y medio) y allí clavamos una a una cada extremo de la puntilla del borde. Una vez seco, se saca y... bloqueado. La operación, aunque parece sencilla duró toda la tarde.

martes, 1 de noviembre de 2011

Chal de la media luna





Guna organizó un taller, el chal de la media luna, al que me apunté. Pensé que no lo iba a acabar nunca porque va creciendo y creciendo y al final uno tiene cientos de puntos en la aguja (hay que tejer con marcadores claro), pero... sí, me lo propuse en exclusiva (siempre tengo muchas labores empezadas a la vez) durante una temporada y al final lo conseguí. La lana, finita, de un solo cabo, 100% lana de oveja de Letonia, va cambiando de color y eso es lo que hace que el chal, que es muy sencillo de punto bobo, quede tan vistoso. La lana es rústica, con un tacto un poco áspero, pero como es muy finita, tejida con aguja gorda, pues hace que quede "esponjosa" y blandita; también ayuda lavar el chal una vez terminado y ponerle mucho suavizante del pelo... mejora notablemente y lo hace "amoroso".

viernes, 28 de octubre de 2011

Preparando el otoño

Estas prendas tienen una larga historia. Sus lanas de Drops 100% alpaca las compré en Dinamarca hace dos veranos. El chal lo hice las Navidades pasadas, pero el primer día que Greta lo estrenó, en un paseo por las montañas del Tremedal lo perdió. Pusimos unos letreros en los pueblos cercanos y nada... pero este verano una vecina del pueblo nos dijo que un hombre de Mazalinos lo había encontrado en la montaña y que lo tenía guardado, así es fuimos a buscarlo a su casa... y loca de contenta le hice el gorro y los guantes con los restos que tenía de cada color.
El chal es muy fácil, es un triángulo y aquí el patrón:
Se empieza con tres puntos y se va aumentando en la vuelta del derecho
· Para aumentar:
un punto, hebra, y los que siguen del derecho
una vuelta del revés
un punto, hebra, y los que siguen del derecho
una vuelta del revés
...
siempre igual hasta llegar al extremo del triángulo. Se puede hacer del tamaño que uno quiera
· Para disminuir:
un punto, hebra, pasar un punto sin hacer, hacer dos juntos, y el que has pasado sin hacer se monta

El gorro es de ganchillo muy muy apretado, tejiendo en redondo.
Las manoplas son de punto: patrón de tradición letona, con cinco agujas.

lunes, 17 de octubre de 2011

Knitting needle case






Hace muchísimo tiempo que tenía como proyecto hacerme un porta-agujas para organizar el desastre que siempre tenía de agujas de ganchillos, de calcetar, cortas, largas, de varios grosores... el cesto del costurero era un verdadero caos.
Como siempre Internet es un pozo sin fondo de ideas y tutoriales y tras investigar un rato y encontrar una multitud di con unos cuantos ejemplos en este enlace.
Me lancé entonces a hacerme el mío con unas telas japonesas que compré en Hong-Kong y otras que Javier me trajo de Bangladesh cuando rodaba uno de sus documentales. Y tras una tarde de costura este fue el resultado.

Tricotosas para niños

Buscaba cosas para que Greta, mi hija de cinco años se entretuviera cosiendo y haciendo punto que le gusta mucho. En Minnesota descubrió muchas de estas cosas en el Montessori School en el que pasó el verano, todos allí cosían y tricotaban. Aprendió a hacer pompones y compramos un pom-pom maker japonés de Clover que ella misma descubrió en una de nuestras excursiones de compras laneras. Se le dan fenomenal.

Además están las knitting dolls que yo nunca había usado hasta que compré una en Tiger por 2 € y busqué un tutorial en Internet, pero hay que tener habilidad con el ganchillo y no lo veo yo tan fácil para unas manitas de cinco años, aunque probaré con ella.
Además he visto que se pueden hacer knitting dolls caseros con clips y cartón de los rollos de papel higiénico, cosa que encuentro genial para un taller con niños:

He encontrado esta entrada de un blog con algunas ideas de "tricotosas" y máquinas de punto para niños que voy a investigar:




Y un proyecto espectacular The Giant Knitting Nancy en Londres llevado a cabo por Dan Preston (escultor) Holly Packer (diseñador de joyas) y el equipo Superblue:
Ójala enseñáramos a las niñas y los niños a hacer estas cosas en el cole, que favorecen el desarrollo de la psicomotricidad fina, estimulan la creatividad, aprenden a valorar las cosas hechas a mano y a saber cómo se hacen las que compramos en las tiendas y de qué están hechas. Yo desde luego lo voy a intentar en casa, y lo propondré en el cole y quizá algún día haga un taller para niños.