Así se llamaban los loritos que tuve cuando era pequeña. El nombre se lo puso mi madre, caraqueña, y no podía ser más tropical. Se volvían locos cantando sin parar cuando mi padre trajo de Puerto Rico el disco de Juan Luis Guerra y 4:40. Su canción favorita Ójala que llueva café, que poníamos los domingos.
Me recuerdan a mi infancia.
Quiero ser "maruja", y pasarme el día cosiendo, haciendo punto, ganchillo, manualidades, cocinitas y otras "marujadas", pero sólo las hago de vez en cuando, cuando puedo, cuando tengo tiempo; casi todas para mi hija Greta, de cuatro años, que también quiere coser y hacer punto cuando me ve.

Parchita y cotoperí

miércoles, 26 de mayo de 2010

Feliz Cumpleaños Julieta!


Greta tiene un mantelito con servilletas para ir de Picnic y jugar a las cocinitas y a Julieta le gustó mucho cuando fuimos juntas a Santander.
Como ha sido su cumpleaños, le he hecho un mantel y unas servilletas parecidas a las de Greta para que ella también se pueda ir de picnic. Todas las telas y puntillas de colores son retales reciclados de mi cesto de costura. La maletita se puede encontrar en el todo a cien danés de Madrid: Tiger, y los cubiertos y vasos de plástico son de Ikea (sección infantil).

lunes, 17 de mayo de 2010

Cosas de Abueli




















La silla de la cocina de casa de Abueli, toda kitsch, con unas cuantas capas de pintura, pero me trae muchos recuerdos del "ofis", junto a la despensa. Y la manta de cuadritos de ganchillo que me regaló hace mucho tiempo, algunos los hice con ella y ahora está en la casa de la montaña y Greta siempre la usa en las tardes de sofá y chimenea.

jueves, 13 de mayo de 2010

Vestidos de verano

Greta no ha parado de ponérselos. Los hice el año pasado y ya se le han quedado pequeños. Canesú de punto (los tres de algodón) y la falda de tela cosida al canesú. Uno de los modelos me lo medio inventé copiando uno de un libro de Debiee Bliss, los otros dos patrones se pueden encontrar en la tienda de mi amiga Concha que no paro de citar: Inke (está en mis enlaces favoritos: "Sitios para no perderse"). Este año tengo que darme prisa porque todavía no le he hecho ninguno (menos mal que está haciendo mal tiempo todavía).

Pastas de té




Mi madre me prestó un libro de cocina antiguo El confitero español, que tiene unas láminas geniales y me sirvió de inspiración para hacer una cajita de "pastas de té" para la cocinita de Greta. L
as moldeé con Fimo, esta plastelina estupenda que luego metes en el horno y se queda petrificada. Copié las pastas de las láminas del libro mezclando distintos colores y ¡al horno!
Ya Greta y
sus amigos preparan el té, con pastas incluidas.





martes, 11 de mayo de 2010

Para Bruno




Mi amiga María B. tiene una tripa gorda gorda llena de Bruno, que va a nacer pronto.
Le hice este jerseicito y patutos de algodón, para que le sirva para el verano. Está tejido con algodón Mondial (Cotton Soft Speciale Baby, 100% puro cottone egitto Makò, made in Italy) que compré en mi tienda favorita de lanas, Inke.

lunes, 10 de mayo de 2010

La cocinita



En una montaña de escombros del patio de un edificio abandonado en pleno centro de Madrid, rebuscando con mis guantes de contenedor (es que lo de buscar en los contenedores es una pasión imparable ¡cúantos tesoros!), encontré esta cocinita de los años veinte. Así estaba, y así quedó.
Durante unos días ni si quiera pude meterla en casa. Tenía nidos de arañas y la mugre era tan impresionante que tuve que lavarla y fregarla a conciencia en el descansillo de la escalera de casa.
Luego compramos maderas para ponerle las baldas que le faltaban y también una trasera nueva porque la tenía podrida. La pintamos y decoramos, arreglamos la luz, le pusimos el reloj:
-¿Qué hora quieres que ponga?- le dije a Greta, -Las ocho- contestó con año y medio (siempre decía que cualquier hora eran "las ocho").
Ya hay comiditas, cacerolas y sartenes de aluminio, de las de antaño, pastelitos, vasos, delantales y manteles. Niños y niñas, no importa, todos los amigos de Greta se quedan prendados de su cocinita cuando vienen a casa a jugar y preparan hacendosos todo tipo de guisos. De una porquería de escombros... a un tesoro (de contenedor)...


La libélula


La encontré en una tienda de cosas orientales en Malasaña. Es una libélula china, de seda y bambú, pintada a mano. Está en el cuarto de Greta desde que era bebé. Cuando se acostaba por la noche en su cuna jugábamos a soplar fuerte para que la libélula se moviera y "volara" y todavía ahora lo hace muchas noches después del cuento. Antes colgaba encima de su cuna, ahora cuelga encima de la lámpara enorme de papel de su cuarto.

Diseño japonés

Hace poco estuvimos en Hong Kong y encontré unas telas japonesas de algodón que me gustaron mucho. He hecho un canesú de ganchillo con un hilo de algodón fuxia y creo que le haré unos tirantes y le coseré la tela japonesa como falda, ya os contaré cómo me queda.

Primavera turquesa




Todo un descubrimiento las revistas de Phildar. Son francesas, y yo, que no hablo francés, me las apaño bastante bien para seguir las instrucciones, vienen muy claras, con esquemas, dibujos, y muchas tallas para elegir de cada modelo. Lo difícil es elegir qué modelo hacer porque todos son bonitos, con muy buen gusto, colores preciosos. Por fin acabé la chaquetita primaveral para Greta, esta vez pude también avanzar en algunos ratos de parque del Retiro con los pocos días sin lluvia que ha hecho.

Mazón




El primer muñeco de Greta. El nombre se lo puso ella, cuando casi no sabía hablar... y se ha hecho famoso. Mazón iba con ella a todas partes... y claro está tuve que vestirlo. Le hice un traje, patucos, mantita y otros modelitos.
En la cuna lo acompaña Ariela, que también lleva modelito hecho a mano. El de Mazón es de punto y el abrigo y gorro de Ariela de ganchillo.

Parchita y cotoperí

Así se llamaban los loritos que tuve cuando era pequeña. El nombre se lo puso mi madre, caraqueña, y no podía ser más tropical. Se volvían locos cantando sin parar cuando mi padre trajo de Puerto Rico el disco de Juan Luis Guerra y 4:40. Su canción favorita Ójala que llueva café, que poníamos los domingos.
Me recuerdan a mi infancia.
Quiero ser "maruja", y pasarme el día cosiendo, haciendo punto, chanchillo, manualidades, cocinitas y otras "marujadas", pero sólo las hago de vez en cuando, cuando puedo, cuando tengo tiempo; casi todas para mi hija Greta, de cuatro años, que también quiere coser y hacer punto cuando me ve.