Así se llamaban los loritos que tuve cuando era pequeña. El nombre se lo puso mi madre, caraqueña, y no podía ser más tropical. Se volvían locos cantando sin parar cuando mi padre trajo de Puerto Rico el disco de Juan Luis Guerra y 4:40. Su canción favorita Ójala que llueva café, que poníamos los domingos.
Me recuerdan a mi infancia.
Quiero ser "maruja", y pasarme el día cosiendo, haciendo punto, ganchillo, manualidades, cocinitas y otras "marujadas", pero sólo las hago de vez en cuando, cuando puedo, cuando tengo tiempo; casi todas para mi hija Greta, de cuatro años, que también quiere coser y hacer punto cuando me ve.
Parchita y cotoperí
jueves, 13 de mayo de 2010
Vestidos de verano
Greta no ha parado de ponérselos. Los hice el año pasado y ya se le han quedado pequeños. Canesú de punto (los tres de algodón) y la falda de tela cosida al canesú. Uno de los modelos me lo medio inventé copiando uno de un libro de Debiee Bliss, los otros dos patrones se pueden encontrar en la tienda de mi amiga Concha que no paro de citar: Inke (está en mis enlaces favoritos: "Sitios para no perderse"). Este año tengo que darme prisa porque todavía no le he hecho ninguno (menos mal que está haciendo mal tiempo todavía).
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