Así se llamaban los loritos que tuve cuando era pequeña. El nombre se lo puso mi madre, caraqueña, y no podía ser más tropical. Se volvían locos cantando sin parar cuando mi padre trajo de Puerto Rico el disco de Juan Luis Guerra y 4:40. Su canción favorita Ójala que llueva café, que poníamos los domingos.
Me recuerdan a mi infancia.
Quiero ser "maruja", y pasarme el día cosiendo, haciendo punto, ganchillo, manualidades, cocinitas y otras "marujadas", pero sólo las hago de vez en cuando, cuando puedo, cuando tengo tiempo; casi todas para mi hija Greta, de cuatro años, que también quiere coser y hacer punto cuando me ve.
Parchita y cotoperí
lunes, 17 de mayo de 2010
Cosas de Abueli
La silla de la cocina de casa de Abueli, toda kitsch, con unas cuantas capas de pintura, pero me trae muchos recuerdos del "ofis", junto a la despensa. Y la manta de cuadritos de ganchillo que me regaló hace mucho tiempo, algunos los hice con ella y ahora está en la casa de la montaña y Greta siempre la usa en las tardes de sofá y chimenea.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario