Así se llamaban los loritos que tuve cuando era pequeña. El nombre se lo puso mi madre, caraqueña, y no podía ser más tropical. Se volvían locos cantando sin parar cuando mi padre trajo de Puerto Rico el disco de Juan Luis Guerra y 4:40. Su canción favorita Ójala que llueva café, que poníamos los domingos.
Me recuerdan a mi infancia.
Quiero ser "maruja", y pasarme el día cosiendo, haciendo punto, ganchillo, manualidades, cocinitas y otras "marujadas", pero sólo las hago de vez en cuando, cuando puedo, cuando tengo tiempo; casi todas para mi hija Greta, de cuatro años, que también quiere coser y hacer punto cuando me ve.

Parchita y cotoperí

viernes, 25 de junio de 2010

Zapatillas customizadas a la japonesa para AVA




Ha sido el cumpleaños de AVA, y quería customizarle unas zapatillas para estar en casa. Es difícil encontrar unas zapatillas un poco monas, todas las que veo en las zapaterías no me convencen en absoluto y mi madre siempre dice que también hay que estar en casa como una princesa. Así es compré unas zapatillas de tela lisas abiertas por detrás (en esas zapaterías de toda la vida de la calle Conde de Peñalver en Madrid), y me decidí a usar por fin unos retales de telas japonesas que compré en Fuku hace tiempo.
Quería ponerle a unas zapatillas de estar en casa unos bonitos y grandes botones de telas japonesas. Los llevé a la mercería para que me los forraran, pero no los forraban de tamaño tan grande como yo los quería y me ofrecieron unos apliques para forrarlos uno mismo, un auténtico descubrimieto: Fornitura para forrar (de Helmine). Cada vez que voy a Mejino, mi mercería aprendo algo nuevo, son como un Pontejos en pequeño, un pozo sin fondo.

Metí en el escaner unos retales de las telas japonesas e imprimí las imágenes de las telas escaneadas para así forrar la caja de las zapatillas, y listo: zapatillas de estar es casa customizadas con un gran botón forrado en casa y unas tiritas de cuero de colores cosidas.



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