Así se llamaban los loritos que tuve cuando era pequeña. El nombre se lo puso mi madre, caraqueña, y no podía ser más tropical. Se volvían locos cantando sin parar cuando mi padre trajo de Puerto Rico el disco de Juan Luis Guerra y 4:40. Su canción favorita Ójala que llueva café, que poníamos los domingos.
Me recuerdan a mi infancia.
Quiero ser "maruja", y pasarme el día cosiendo, haciendo punto, ganchillo, manualidades, cocinitas y otras "marujadas", pero sólo las hago de vez en cuando, cuando puedo, cuando tengo tiempo; casi todas para mi hija Greta, de cuatro años, que también quiere coser y hacer punto cuando me ve.
Parchita y cotoperí
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Me parece maravillosa . qué concentración , qué silencio y que precisión . me encanta .
ResponderEliminaresta chica tiene futuro....llegará lejos !!!
¡Es un lujo! ver a Greta tejer. Dan gana de comérsela a besos por la seriedad y minuciosidad con que teje. De verdad que es emocionante verla. Dale un beso muyyyyyyyyyyyyyyyy fuerte de mi parte.
ResponderEliminar¡Así hay que educar a la juventud! ;)
ResponderEliminarGracias por tus piropos inmerecidos. El jueves te llevo lo de Greta y ya la veo en otro momento ¡sin excusa!. Pero ¡Pobrecita! que disfrute cuanto antes.
ResponderEliminarBss a las dos.
Yo me la como ¡me la comooooooo!
ResponderEliminarun abrazo,
SIONA