Así se llamaban los loritos que tuve cuando era pequeña. El nombre se lo puso mi madre, caraqueña, y no podía ser más tropical. Se volvían locos cantando sin parar cuando mi padre trajo de Puerto Rico el disco de Juan Luis Guerra y 4:40. Su canción favorita Ójala que llueva café, que poníamos los domingos.
Me recuerdan a mi infancia.
Quiero ser "maruja", y pasarme el día cosiendo, haciendo punto, ganchillo, manualidades, cocinitas y otras "marujadas", pero sólo las hago de vez en cuando, cuando puedo, cuando tengo tiempo; casi todas para mi hija Greta, de cuatro años, que también quiere coser y hacer punto cuando me ve.

Parchita y cotoperí

viernes, 28 de octubre de 2011

Preparando el otoño

Estas prendas tienen una larga historia. Sus lanas de Drops 100% alpaca las compré en Dinamarca hace dos veranos. El chal lo hice las Navidades pasadas, pero el primer día que Greta lo estrenó, en un paseo por las montañas del Tremedal lo perdió. Pusimos unos letreros en los pueblos cercanos y nada... pero este verano una vecina del pueblo nos dijo que un hombre de Mazalinos lo había encontrado en la montaña y que lo tenía guardado, así es fuimos a buscarlo a su casa... y loca de contenta le hice el gorro y los guantes con los restos que tenía de cada color.
El chal es muy fácil, es un triángulo y aquí el patrón:
Se empieza con tres puntos y se va aumentando en la vuelta del derecho
· Para aumentar:
un punto, hebra, y los que siguen del derecho
una vuelta del revés
un punto, hebra, y los que siguen del derecho
una vuelta del revés
...
siempre igual hasta llegar al extremo del triángulo. Se puede hacer del tamaño que uno quiera
· Para disminuir:
un punto, hebra, pasar un punto sin hacer, hacer dos juntos, y el que has pasado sin hacer se monta

El gorro es de ganchillo muy muy apretado, tejiendo en redondo.
Las manoplas son de punto: patrón de tradición letona, con cinco agujas.

lunes, 17 de octubre de 2011

Knitting needle case






Hace muchísimo tiempo que tenía como proyecto hacerme un porta-agujas para organizar el desastre que siempre tenía de agujas de ganchillos, de calcetar, cortas, largas, de varios grosores... el cesto del costurero era un verdadero caos.
Como siempre Internet es un pozo sin fondo de ideas y tutoriales y tras investigar un rato y encontrar una multitud di con unos cuantos ejemplos en este enlace.
Me lancé entonces a hacerme el mío con unas telas japonesas que compré en Hong-Kong y otras que Javier me trajo de Bangladesh cuando rodaba uno de sus documentales. Y tras una tarde de costura este fue el resultado.

Tricotosas para niños

Buscaba cosas para que Greta, mi hija de cinco años se entretuviera cosiendo y haciendo punto que le gusta mucho. En Minnesota descubrió muchas de estas cosas en el Montessori School en el que pasó el verano, todos allí cosían y tricotaban. Aprendió a hacer pompones y compramos un pom-pom maker japonés de Clover que ella misma descubrió en una de nuestras excursiones de compras laneras. Se le dan fenomenal.

Además están las knitting dolls que yo nunca había usado hasta que compré una en Tiger por 2 € y busqué un tutorial en Internet, pero hay que tener habilidad con el ganchillo y no lo veo yo tan fácil para unas manitas de cinco años, aunque probaré con ella.
Además he visto que se pueden hacer knitting dolls caseros con clips y cartón de los rollos de papel higiénico, cosa que encuentro genial para un taller con niños:

He encontrado esta entrada de un blog con algunas ideas de "tricotosas" y máquinas de punto para niños que voy a investigar:




Y un proyecto espectacular The Giant Knitting Nancy en Londres llevado a cabo por Dan Preston (escultor) Holly Packer (diseñador de joyas) y el equipo Superblue:
Ójala enseñáramos a las niñas y los niños a hacer estas cosas en el cole, que favorecen el desarrollo de la psicomotricidad fina, estimulan la creatividad, aprenden a valorar las cosas hechas a mano y a saber cómo se hacen las que compramos en las tiendas y de qué están hechas. Yo desde luego lo voy a intentar en casa, y lo propondré en el cole y quizá algún día haga un taller para niños. 

martes, 4 de octubre de 2011

Chal para Madeline

7 de agosto: mi cumpleaños y también el suyo. Madeline, una "hija" adoptiva que me llama "mi mamá española".
Lo empaqueté con agujas y todo para regalárselo porque no lo había terminado para nuestro cumpleaños, que celebramos juntas en Minnesota. De regreso a España, en unos días de pueblo en la Sierra de Gredos lo terminé. A tiempo para el inicio del otoño.
Tiene dos tipos de lanas una de Drops que compré en Dinamarca que va cambiando de color, y la puntilla del borde de Malabrigo de seda. Un poco de mezcla muy colorido, pero una buena combinación para ella. El patrón es uno de los más sencillos de un libro estrella que no suelto Victorian Lace, que merece una entrada en exclusiva.





lunes, 3 de octubre de 2011

Manoplas letonas para Daniel / Tejiendo en Lake Superior

Esta es una de las labores que empecé tarde. Las manoplas debían estar terminadas para regalárselas a mi amigo Dan al llegar a Minnesota. Sin embargo fueron mis compañeras de viaje durante mi estancia en Saint Cloud y el viaje que hicimos a Grand Marais en Lake Superior, EEUU. Finalmente terminadas, por lo menos antes de regresar a España y pude dárselas.
Son auténticas de verdad porque hasta la lana, 100% oveja y rústica es originalmente de Letonia, mi amiga Guna la trae de su tierra y la vende en su blog.
Les hice los puños distintos porque temía que no me llegara el color gris oscuro para poner terminarla (que sí me llegó y me sobró), pero no podía arriesgarme. Sin embargo luego me di cuenta que me gustaba que fueran distintos, parecen más auténticos y más artesanales también.

La manta del verano

Dicen que va a empezar el otoño. Hoy empieza el cole por la tarde y también el mes de octubre, pero no nos quitamos las sandalias, el calorcito y la sensación de verano. De todas maneras ya es hora de que empiece a colgar algunas de las labores de este verano que me han tenido tan entretenida. Son unas cuantas, así es que lo iré haciendo poco a poco, vamos a ver a qué me da tiempo.
Ésta es una: una clásica manta de ganchillo cuyos cuadraditos empecé hace quizá un par de años y era una de mis labores siempre abandonadas. Por fin me decidí a coserlos y también a hacerles a todos borde blanco para unificar. Por fin terminada a falta de hacerle una puntilla en el borde.